Seguidores

viernes, 26 de septiembre de 2008

Ahogo...


Parada sobre el tejado de esta casa vieja siento el viento tibio del atardecer rozar mi piel sedienta de ti.
Recorre mi cuerpo cual seda fina y suave, dejándome en un estado de éxtasis que me lleva a otro mundo…
Cierro mis ojos y te imagino acariciando mi cuerpo como aquella noche en la que fuimos solo uno, que delicia…añorada y lejana…
Enciendo un cigarrillo y el humo se torna tu cuerpo prefecto y nuevamente, como deseándolo te imagino en mí, en mi cuerpo, en mi interior…es tanto lo que te pienso que me acompañas adonde vaya, ahora, aquí, en este tejado suave me haces tuya una vez mas…mientras en la complicidad de la tarde, ahogo un gemido…dedicado a ti.
Lucrecia

No hay comentarios: