Prométeme que el día en que yo muera la casa relucirá de limpieza
y las cortinas blancas flamearan con el tibio viento de la tarde,
prométeme que cuando ya no exista mis sobrinos hablaran de mí
como de una estrella que los cuidará desde el cielo,
prométeme que mis padres olvidarán la pena, que mis hermanos no llorarán,
por ultimo prométeme que la vida no es tan mala como para quererla dejar…
y las cortinas blancas flamearan con el tibio viento de la tarde,
prométeme que cuando ya no exista mis sobrinos hablaran de mí
como de una estrella que los cuidará desde el cielo,
prométeme que mis padres olvidarán la pena, que mis hermanos no llorarán,
por ultimo prométeme que la vida no es tan mala como para quererla dejar…
Lucrecia.
2 comentarios:
¡Que ruego!
Mario.
Te lo prometo! Pero sabe que está mi mano para que no te vayas! M+
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